El 17 de junio se iniciarán las obras de los tramos pendientes de la esperada remodelación de La Rambla de Barcelona y provocarán algunas afectaciones a la movilidad. Concretamente, se abordarán los de Santa Madrona-Arc del Teatre, Arc del Teatre-Liceu, Liceu-Portaferrissa y Portaferrissa-Canaletes. Actualmente, se está encarando la recta final de las obras de la Rambla entre Colom y Santa Madrona, que terminarán este verano.
A partir de este martes, se realizarán unos trabajos previos para garantizar la movilidad mientras duren las obras. Servirán para habilitar pasos provisionales para dar acceso y salida a los vehículos de vecinos, emergencias y mercancías. Inicialmente, se habilitarán tres, que cruzarán el paseo central en Portaferrissa, en la calle Ferran y en la plaza Reial, y también se contempla uno en Pla de l'Ós y en Escudellers, que se activarán según las necesidades.
Así afectarán las obras al tráfico
Durante las obras, solo será posible circular por La Rambla en sentido montaña y, como ocurre ahora, únicamente lo podrán hacer los vecinos, buses, taxis, quienes quieran acceder a hoteles y la Distribución Urbana de Mercancías (DUM), en su horario correspondiente. Los trabajos también comportarán que los vehículos privados, a los que ahora se les permite circular por la vía solo de bajada, dejen de poder hacerlo.
Además, habrá un cambio de sentido de la calzada del lado del Raval, que durante la primera fase de obras será de subida desde Colom hasta plaza Catalunya. Para ello, se adaptarán aceras para garantizar el giro de vehículos y se colocarán señales y semáforos.
Las trabajos en el emblemático paseo se llevarán a cabo de forma simultánea en tres fases y las obras se harán por tramos de 50 metros para minimizar las molestias a los vecinos y comerciantes.
En los primeros 10 meses trabajarán en la calzada y acera del lateral Besòs (el del Gòtic), y durante esta fase los vehículos circularán, en sentido plaza Catalunya, por la vía por donde actualmente se baja hasta Colom.
Los 10 meses siguientes, las obras se ejecutarán en la calzada y acera del lateral Llobregat, y los vehículos podrán circular por la calzada Besòs de subida, que habrá quedado terminada en la fase anterior.
En los últimos 12 meses, de trabajo se abordará el paseo central por tramos alternos para garantizar en todo momento el paso de peatones y turistas. En este momento, los laterales ya estarán finalizados y podría recuperarse los dos sentidos de la circulación.
Inicialmente se habilitarán tres pasos con semáforos que cruzarán el paseo central en Portaferrissa, en la calle Ferran y en la plaza Reial, y también se contempla uno en Pla de l'Ós y en Escudellers, que se activarán según las necesidades.
Afectación en el transporte público
En cuanto a las afectaciones en el transporte público, se desviarán la línea 59 y la nocturna N-9, que seguirán subiendo por La Rambla, pero bajarán por la Via Laietana. La V-13, que ahora termina y comienza en el Pla de Palau, lo hará en la plaza Catalunya.
Las obras costarán unos 55,6 millones de euros y finalizarán en febrero de 2027, poco antes de las elecciones municipales. La planificación de las actuaciones se ha definido a partir de la actualización de calendario impulsada por el gobierno de Jaume Collboni para reducir a la mitad los seis años de trabajos previstos durante el mandato de Ada Colau.
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